domingo, 11 de agosto de 2013

NY, NY


¡Hola! No he tenido tiempo de actualizar antes, así que haré dos entradas diferentes. 

Supongo que tendré que empezar por el principio, 6 de agosto.
En realidad, me comían los nervios.
A todos.
Pero después de unas cuantas lágrimas, una fiesta de despedida, unos regalos y unas cartas por fin me tuve que ir de mi vida a empezar otra nueva. Creo que lo peor del viaje fueron las 8 horas de avión que no se me daban pasado nunca. Lo mejor, por supuesto, Nueva York. Pero a eso voy ahora.


 Cuando llegamos al hotel, tuvimos que pedir la habitación e ir a dormir. En realidad solo podían dormir 3 personas pero acabamos 4 amigas metidas en dos camas de matrimonio, y si me apuras, incluso podríamos haber dormido 6. Al día siguiente tuvimos unas reuniones de orientación por la mañana, donde conocimos a exchange students de otros países. Aburridas, por supuesto. Ya a la 1, nos dieron nuestro asqueroso bocata-el cual nadie se comió- y nos llevaron a la gran ciudad.
Primero, hicimos un tour en bus por la Gran Manzana. Nos llevaron a Times Square y demás. Al acabar, fuimos al tan deseado Empire State. Cabe destacar la rapidez de los ascensores, que subieron 80 pisos en el tiempo que el de mi casa me lleva al sexto. Creo que no hay palabras para explicar lo bonita que es la ciudad desde tal altura, no hay verdaderas palabras. Y compartir esta experiencia con buenas amigas es todavía mejor.











Finalmente, nos llevaron a dar un paseo en barco por el río Hudson, y pudimos ver la maravillosa Estatua de la Libertad. O fue la perspectiva, o yo creía que era más grande... Sea como sea, fue increíble. Adoro New York. Mi sueño es vivir en uno de esos apartamentos con escaleras por las ventanas.






Por último, fuimos a cenar a Times Square, en un restaurante el cual no recuerdo el nombre. Teníamos una especie de buffet con comida súper americana: pollo frito empanado, hamburguesas, mini pizzas, patatas fritas, etc. Sinceramente, no cené demasiado, la comida rápida no es mi punto fuerte, y de hecho la comida neoyorquina me defraudó lo suyo. Lo que sí que adoro de este país son las cookies grandes. Da igual el chocolate, sea blanco o negro, son deliciosas. Ya se lo he dicho a mi host mum, y ella se ha echado a reír. Hablando de eso, tengo que hacer otra entrada contádoos estos 4 días.
Ya el día 8, a las 3:45 tenía que estar en recepción para coger el bus hacia el aeropuerto. NY-North Caroline-Dallas. Sí, tuve que hacer escala, pero no me perdí afortunadamente.
Hasta aquí llegué hoy, un beso :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario